miércoles, 11 de diciembre de 2013

Republicanos durante la II República: Los radicales

Con la llegada de la II República el Partido Republicano Radical estaba llamado a ser una de las piezas centrales del nuevo régimen, tanto por su tradición republicana al haber sido fundado a principios del siglo, como por el ascendente y la desbordante personalidad de su líder, Alejandro Lerroux. Sin embargo, pronto estas expectativas quedaron truncadas por la falta de confianza en su líder del resto de los políticos republicanos, el vacio ideológico que le llevo a pactar con la CEDA, los casos de corrupción, las escisiones y la falta de acierto cuando tuvieron responsabilidades de gobierno que le llevaron al llegar desfondado y dividido a las elecciones de 1936.
Aparte de Lerroux y su número dos Martinez Barrio de los que ya escribimos anteriormente , tuvo otra serie de personajes de relevancia:

RICARDO SAMPER IBAÑEZ





Nacido en 1881 en Valencia, estudió Derecho en la universidad de su ciudad, ejerciendo a partir de su licenciatura como abogado en su propio bufete, que llegó a tener un gran prestigio, y sacando unas oposiciones a la Diputación de Valencia.
Su militancia política se inició en el Partido Union Republicana Autonomista (PURA) de Vicente Blasco Ibañez, siendo elegido como concejal en sus filas en 1911, cargo que ejerció hasta el año 1920 en el cual pasó a ser nombrado alcalde de Valencia por la mayoría republicana del consistorio hasta 1923. En estos años también colaboró con el periódico El Pueblo.
Con la llegada de la dictadura de Primo de Rivera se apartó como otros muchos políticos republicanos de la actividad política, centrándose en el ejercicio de la abogacía en su bufete o en el desempeño de la presidencia en la Casa de la Democracia o en el Ateneo Mercantil.
En 1931 fue elegido diputado a las Cortes por su partido en este caso aliado con el Partido Radical , formado parte de la Comisión encargada de elaborar la nueva Constitución. No sería hasta 1933 en el primer gobierno de Lerroux cuando Ricardo Samper ocupe un cargo de relevancia en el nuevo régimen, en concreto Ministro de Trabajo, aunque durante solamente veinticinco días. En ese mismo año volverá a ser elegido diputado por Valencia, siendo nuevamente llamado por Lerroux para ocupar en su nuevo gobierno la cartera de Industria y Comercio.
Con la caída del gobierno del líder radical debido a los escándalos de corrupción, Samper será encargado por el presidente de la República para formar gobierno, para lo cual tuvo que recabar el apoyo de los republicanos moderados, la CEDA y la Lliga Regionalista. Este gobierno duró hasta Octubre de 1934, momento en el que tuvo que dimitir debido a la retirada de la confianza del partido conservador. A pesar de ello, entró a formar parte del nuevo gobierno de Lerroux que le sucedió como ministro de Estado, del cual dimitió al poco tiempo debido a los sucesos revolucionarios de ese mismo mes.
En 1936, al inicio de la guerra civil, huyó a Suiza, donde moriría en 1938.



RAFAEL GUERRA DEL RIO:


Nacido en 1885 en Las Palmas de Gran Canaria, su infancia transcurrió en la isla hasta que su padre, juez de carrera, fue trasladado a Cadiz y después a Madrid, donde empezó a estudiar Ingenieros de Caminos hasta que una enfermedad le obligaría a volver a las islas. Durante este regreso empezarán sus inquietudes políticas republicanas colaborando en los periódicos el Tribuno y el satírico El Galeoto, siendo procesado e ingresado en prisión por injurias al rey.
Se trasladará posteriormente a Barcelona, donde estaba destinado de nuevo su padre, comenzando sus estudios de Derecho donde entró en contacto con otros jóvenes republicanos integrándose en la Asociación Escolar Republicana, que llegó a presidir y a través de la cual conocería a Lerroux al cual uniría desde ese momento su futuro político.  En Barcelona retomó su actividad periodística como fundador y redactor del periódico Rebeldía que de nuevo estuvo a punto de dar con sus huesos en la cárcel, donde terminaría de todos modos por su participación en la Semana Trágica de Barcelona.
Su labor legal irá dirigida a la defensa de republicanos y sindicalistas en distintas causas, lo que unido a su militancia le llevará de nuevo a presidio en varias ocasiones.  Fue elegido diputado provincial por Barcelona en 1911, concejal en 1917 y presidente de la Junta Local de Reformas Sociales en 1919, actuando en este último cargo como mediador de la huelga de La Canadiense. Detenido de nuevo por defender la intervención española en la Gran Guerra, llegará a ser condenado a muerte, la cual será conmutada por el destierro a Canarias, desde donde se trasladará a Madrid estableciendo su propio bufete.
Elegido diputado por Canarias en 1920 y 1923, durante la dictadura de Primo de Rivera se apartará como otros republicanos de la política activa, dedicándose a su actividad jurídica hasta el advenimiento de la República, siendo de nuevo elegido diputado por Canarias en 1931 actuando como portavoz parlamentario en las Cortes Constituyentes, repitiendo elección en 1933.
Durante el bienio radical-cedista ejerció hasta en tres ocasiones el cargo de ministro, siempre de obras públicas donde realizó una aceptable labor. En 1936 fue uno de los cinco diputados elegidos en la debacle electoral del Partido Radical, manteniéndose después del golpe de estado de Julio del mismo año leal a la legalidad republicana y asistiendo a las convocatorias de la Cortes durante la guerra, exiliándose posteriormente a Marsella, donde llevaría una intensa actuación a favor de los judíos ayudando al embajador Lequerica lo que estuvo a punto de costarle la vida.
En 1946 volvería a España desvinculándose por completo de la actividad política y dedicándose a la abogacía hasta su fallecimiento en 1955.

RAFAEL SALAZAR ALONSO




Nacido en Madrid en 1895, se licenció Derecho y pasó pronto a formar parte del Partido Radical de Alejandro Lerroux, a cuya figura uniría a partir de entonces su carrera política.
En las elecciones municipales del 12 de Abril de 1931 fue elegido concejal por la Conjunción Republicano Socialista, siendo posteriormente elegido de igual forma como diputado por el Partido Radical en las elecciones generales de 1931 y 1933, ocupando el cargo de Ministro de Gobernación en el gabinete presidido por Lerroux, puesto que repitió en el posterior de Ricardo Samper.
La derogación de las reformas agrarias del primer bienio republicano y las subsiguientes de carácter contrario que debido a las presiones de la derecha aprobaron los primeros gobiernos radicales, tuvieron como reacción la convocatoria de una huelga convocada por la UGT en el sector agrario que fue prohibida por el gobierno al achacarle un carácter revolucionario y que conllevó una dura represión y el desmantelamiento del sindicalismo rural especialmente en Extremadura. Siendo ministro de Gobernación durante estos hechos, Salazar Alonso quedó marcado como responsable directo de estos hechos, lo cual sellaría sin duda su destino.
Después de su pasó por el ministerio, el político radical fue nombrado alcalde de Madrid a finales de 1934, cargo que ocupó hasta que se vio obligado a dimitir debido a su implicación en el caso de estraperlo que sacudió y provocó la caída del último gobierno radical.
El levantamiento militar y la posterior Guerra Civil le sorprendieron en Madrid, donde se mantuvo al margen de la contienda. Pero su actuación en la huelga anteriormente citada no había sido olvidada y el 1 de Septiembre de 1936 es detenido por milicianos de la FAI siendo juzgado el 22 de Septiembre por un Tribunal Popular y condenado a muerte debido a su supuesta participación en el levantamiento, hecho que según varios autores fue debida mas a la presión popular que a los hechos probados.
Fue ejecutado en 23 de Septiembre  en la Cárcel Modelo de Madrid.



DIEGO HIDALGO DURAN









Nacido en Los Santos de Maimona provincia de Badajoz en 1886, cursó la carrera de Derecho, en la cual se licenció en 1911 opositando después para notario y consiguiendo plaza en la provincia de Zamora. Posteriormente se trasladará a Madrid, donde iniciaría su militancia en el Partido Radical de Alejandro Lerroux.
En estos años visitaría la Unión Soviética, experiencia en la cual basaría algunos de sus libros como “Un notario español en Rusia” o “Jose Antonio Saravia: de estudiante extremeño a general de los ejércitos del zar”, participando además en 1933 en la fundación de la Asociación de Amigos de la Unión Soviética.
A partir de la llegada de la II República participará activamente en política presentándose a las elecciones en la provincia de Badajoz por el Partido Radical, siendo elegido diputado tanto en las de 1931 como en 1933. Ocupó asimismo la cartera de Guerra durante los gabinetes presididos por Lerroux y Samper y  que sin duda marcaría su trayectoria política.
Desde el principio sus decisiones estuvieron marcadas por la polémica, como la aprobación de la ley de amnistía para que benefició a los oficiales que había participado en el golpe de estado de 1932, entre ellos Lerroux, o la reincorporación de oficiales que había pasado a la reserva merced a las reformas militares del bienio progresista. Pero sin duda el hecho trascendental de su paso por el ministerio sería la Revolución de Asturias y la dura represión que la siguió. Una de sus decisiones mas polémicas fue sin duda el encargo de a Franco, apartado en ese momento de la primera línea en las Islas Baleares, para sofocar el levantamiento asturiano.
Una vez terminado este suceso, Diego Hidalgo fue atacado duramente no ya desde la izquierda, sino especialmente desde la derecha conservadora que le achacaba su falta de previsión ante los hechos acaecidos, logrando finalmente que tanto Samper como él  abandonaran el gobierno posteriormente. Basado en estos hecho también publicó el mismo año 1934 el libro “¿Por qué fui lanzado del ministerio de la Guerra?: diez meses de actuación ministerial” donde relata las maniobras encaminadas a terminar con su presencia en el ministerio.
Al estallar la guerra civil su actuación en la represión de Asturias le convirtió en una de las piezas mas codiciadas de los revolucionarios, por lo que tuvo que tuvo que huir de España con destino a Paris, donde permaneció hasta el final de la misma, momento en que regresó hasta su muerte en 1961 en Madrid.



ANTONIO LARA ZARATE:




Nacido en Santa Cruz de Tenerife en 1881, se licenció en derecho por la Universidad de Sevilla, regresando después a las islas para ejercer la abogacía, llegando a ser Decano del Colegio de Abogados de Santa Cruz de Tenerife entre los años 1920 y 1922.
Miembro del Partido Radical, será elegido Gobernador Civil de Tenerife con la proclamación de la República, presentándose después por el mismo partido y siendo elegido diputado por la circunscripción de Santa Cruz de Tenerife.  Con la caída del gobierno de Manuel Azaña al final de la legislatura, Antonio Lara pasará a formar parte de los dos gobiernos anteriores a las elecciones  presididos por los radicales Lerroux y Martinez Barrio como Ministro de Hacienda.
Elegido nuevamente por su circunscripción en 1933, volverá a ser Ministro de Hacienda en el nuevo gabinete presidido por Lerroux en Diciembre del mismo año, cargo que ocupará hasta su abandono del gobierno en 1934 debido a que formó parte de la escisión del ala izquierda del Partido Radical que liderada por Martinez Barrio pasando a formar parte del nuevo Partido Radical Democrático creado a raíz de estos hechos y posteriormente de la Unión Republicana fruto de la unión con los restos del Partido Radical Socialista.
En 1936 se presenta a las elecciones con el nuevo partido republicano dentro de la coalición del Frente Popular, obteniendo acta de diputado aunque en esta ocasión por la provincia de Sevilla. Nombrado por Ministro de Justicia por Manuel Azaña, ocupará este cargo tanto en sus gobiernos hasta su renuncia para ocupar la Presidencia de la República, como en el breve gobierno posterior presidido por Augusto Barcia. Finalmente ocupará durante un solo día el Ministerio de Obras Públicas en el breve gobierno presidido por Martinez Barrios con el fin de intentará frenar el levantamiento militar.
Durante la Guerra Civil ocupa diversos cargos de apoyo a la causa republicana, varios en el extranjero, exiliándose al final de la guerra en Mexico, donde viviría hasta su fallecimiento en 1956.

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