jueves, 12 de abril de 2012

Republicanos durante la II República: Peso político real.

Suele ser moneda común cuando nos acercamos al estudio de la II República verla como una confrontación entre la izquierda obrera y revolucionaria  y la derecha católica y reaccionaria. Incluso personajes que consiguieron escaso apoyo popular, tuvieron gran trascendencia histórica muy por encima de su importancia real, como son los casos de La Pasionaria, José Antonio Primo de Rivera o Calvo Sotelo, aunque este en parte también por el asesinato del que fue objeto.
Así el PSOE y la CEDA han quedado como los principales antagonistas ideológicos del conflicto entre las llamadas “Dos Españas”, indicándose en muchos casos, debido a la dudosa adhesión que en algunos casos demostraron estos partidos, que la II República fue una república sin republicanos.
Frente a esto últimamente algunos autores han extendido la teoría de las “Tres Españas”, siendo la tercera la más moderada y habiéndose visto arrastrada por las otras dos hacia el conflicto. Esta tercera España estaría representada, en mi opinión por los partidos republicanos tanto de derechas como de izquierdas que tuvieron una importancia mucho mayor de la que se pretende.
La confrontación de las “Dos Españas” pretende, en mi opinión, llevarnos a la inevitabilidad del golpe de estado de Franco y la posterior Guerra Civil, dando por irreconciliables las posturas.
Los republicanos tuvieron, sin embargo, un apoyo popular mucho mayor del que se cree, sobre todo en la izquierda y el centro del arco político, si bien, quizás pecaron de una excesiva atomización de fuerzas que les llevó, sobre todo en 1933 a tener unos resultados conjuntos inferiores a su potencial.
Tomando como referencia las “Tres Españas” antes citadas, y agrupando los partidos en tres grupos, republicano, izquierda obrera y revolucionaria y derecha conservadora y católica, vemos como quizás los republicanos fueron los que mantuvieron un número de votos más constante, frente a las grandes derrotas cosechadas por la derecha conservadora en 1931 y por la izquierda obrera en 1933. He puesto sumados, pero también diferenciados los nacionalistas de cada tendencia, y entre paréntesis, los porcentajes de voto. No he sumado a las derechas nacionalistas a la derecha conservadora debido a la falta total de afinidad real entre ellos.
Elecciones 1931:
Republicanos: 246
Republicanos nacionalistas: 48
Republicanos: 304 (64,2)
Izquierda obrera: 115
Izquierda obrera y nacionalista: 4
Izquierda obrera: 119 (22,2)
Derecha conservadora: 30 (8,5)
Nacionalistas de derechas: 12 (3,3)
Elecciones 1933:
Republicanos: 151
Republicanos nacionalistas: 24
Republicanos: 175 (40,1)
Izquierda obrera: 60
Izquierda obrera y nacionalista: 3
Izquierda obrera: 63 (21,7)
Derecha conservadora: 199 (32,1)
Nacionalistas de derechas: 36 (2,0)
Total: 235
Elecciones 1936
Republicanos: 169
Republicanos nacionalistas: 30
Republicanos: 199 (37,7)
Izquierda obrera: 117
Izquierda obrera y nacionalista: 4
Izquierda obrera: 121 (20,8)
Derecha conservadora: 129 (36,9)
Nacionalistas de derechas: 21 (4,1)
Hay que hacer notar también que frente a la idea de gobiernos revolucionarios de izquierdas o reaccionarios de derechas, todos los presidentes de la República y del gobierno desde la constitución de la Cortes Constituyentes hasta lo que podríamos llamar primer gobierno de guerra, de Largo Caballero, fueron republicanos.
Presidentes de la República:
Niceto Alcalá Zamora: Republicano Conservador
Manuel Azaña: Izquierda Republicana.
Presidentes del gobierno:
Manuel Azaña: Acción Republicana e Izquierda Republicana.
Alejandro Lerroux: Partido Radical
Diego Martinez Barrio: Partido Radical y Unión Republicana
Ricardo Samper: Partido Radical.
Joaquín Chapaprieta: Republicano independiente.
Manuel Portela Valladares: Republicano de Centro.
Augusto Barcia: Izquierda Republicana
Santiago Casares Quiroga: Izquierda Republicana
José Giral: Izquierda Republicana.
Un repaso a los distintos ministros, que no voy a poner aquí pero se puede comprobar en la pagina, nos dice también que, salvo los de la CEDA y algún socialista, la gran mayoría fueron también republicanos.
Por último un dato en cuanto al número de votos, Gil Robles cita a Salvador de Madariaga en su libro “No fue posible la paz” cuando hace referencia los resultados de Febrero de 1936, según el  historiado y republicano, de los aproximadamente cuatro millones de votos conseguidos por el Frente Popular, un millón y medio corresponderían a la izquierda marxista, dejando dos millones y medio solo entre los republicanos de izquierda.
Es cierto, también que en las últimas elecciones democráticas de la II República los republicanos llegaron a ellas divididos en tres bloques, los partidos de izquierda optaron por aliarse con los partidos obreros en el Frente Popular, los radicales optaron por integrarse en el Frente Contrarrevolucionario encabezado por la CEDA o presentarse en solitario y los más centrados lo hicieron en solitario en el partido centrista o los pequeños partidos republicanos de derechas. Pero en contra de lo que se cree el Frente Popular ni el Frente Contrarrevolucionario eran partidos políticos ni alianzas estables, sino simplemente alianzas electorales debido a que el sistema electoral de la República premiaba sobre manera las coaliciones electorales.
Tanto es así que los gobiernos a partir de Febrero de 1936 y hasta que el país estuvo totalmente inmerso en la guerra civil, fueron todos republicanos, con presidentes y ministros de esta tendencia.
Cabría preguntarnos entonces el por qué de la imagen de la República como un régimen sin republicanos. Evidentemente desde la  historiografía franquista ha existido siempre una necesidad de justificar el golpe de estado del general Franco como algo inevitable para parar un proceso revolucionario en curso y la confrontación total a la que llevaba la falta de entendimiento de las derechas e izquierdas.
Por otra parte la confrontación que se dio en el ámbito europeo, incluso en el mundial, entre el fascismo y el comunismo ha hecho que se difuminaran otras opciones mucho más populares, incluso el catolicismo conservador y el socialismo.
También hay que tener en cuenta que los personajes más radicales se mueven con mucha mas soltura en los escenarios caóticos, como lo fue el final de la República y la Guerra Civil, tanto desde el punto de vista propagandístico como en el real. Sin duda, la Guerra Civil ocupó no solo su espacio historiográfico, sino también buena parte del que le correspondía a la II República.
No contribuyó tampoco a mejorar la imagen de los republicanos, la excesiva atomización de los partidos, con escisiones y alianzas continuas fruto, en mi opinión, de una falta de definición ideológica de los partidos debido a que quizás durante el periodo monárquico el único objetivo fue el fin de este régimen, dejando de lado otros temas que posteriormente hicieron muy difícil la convivencia.

Sirva para demostrarlo el número de partidos en cada elección:

1931;

Izquierda obrera: 3

Republicanos: 18
Derecha conservadora: 7
Nacionalistas de derecha: 2

1933:

Izquierda obrera: 3
Republicanos: 19
Derecha conservadora: 8
Nacionalistas de derecha: 2

1936:

Izquierda obrera: 5
Republicanos: 11
Derecha conservadora: 6
Nacionalistas de derecha: 2

Finalmente, en mi opinión, el lado debil de los republicanos estaba en la derecha, mientras en la izquierda Acción Republicana y los radicales socialistas, y su posterior unión en Izquierda Republicana competían con el PSOE y  el centro era ocupado por el Partido Radical y otros pequeños partidos, a los que se unirían posteriormente Unión Republicana y el Partido centrista, la derecha republicana y conservadora jamás pudo conseguir ser un movimiento de masas, ni en 1931 cuando la derecha católica y tradicional vivía todavia en el desconcierto provocado por el fin de la monarquía. Posteriormente, la formación de la CEDA hizo que esta fuera acaparando poco a poco el espacio natural de Maura e incluso Alcalá Zamora optara por ocupar el centro.

La falta de peso de esta derecha, inequivocamente republicana, hizo que todo el peso de la Republica recayera en la izquierda, sobre todo cuando el centro representado por el Partido Radical optó por aliarse con la CEDA.

En las próximas entregas mostraremos a los partidos republicanos más significativos por ideologías.

SALUDOS.

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